Las primeras imágenes del sitio de aterrizaje fueron transmitidas a la Tierra por el satélite Queqiao , que China lanzó el 21 de mayo de 2018, específicamente para este propósito.
Así es como se ve desde el interior la Cuenca del Polo Sur-Aitken:
El aterrizaje fue notable.
El control de la misión no tenía contacto de línea de visión con el farside lunar, por lo que el módulo de aterrizaje tuvo que realizar muchas maniobras complejas de forma autónoma.
(1) A medida que descendía a una altitud de aproximadamente 2 km, las cámaras a bordo capturaron las sombras de los objetos en la superficie lunar, identificando grandes obstáculos como rocas y cráteres para que la sonda pudiera evitarlos.
(2) A 100 metros de altura, la sonda se movió para identificar obstáculos más pequeños y midió las pendientes en la superficie.
Su computadora calculó nuevamente y seleccionó el sitio más seguro.
(3) A 2 metros sobre la superficie, el motor se detuvo.
Luego, el dorado aterrizaje con un rover plateado en la parte superior tocó la desolada superficie gris con cuatro patas, levantando algo de polvo.
La sonda realizó todo el proceso de aterrizaje, con una duración de aproximadamente 12 minutos sin intervención del control de tierra.
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