El 21 de junio, algo raro y mágico sucedió en Londres.
Los cielos de la gran ciudad se llenaron de nubes noctilucentes (NLC).
Phil Halper notó la pantalla, agarró una cámara y corrió de un punto a otro, grabando apresuradamente imágenes como esta:
"Incluso las brillantes luces del London Eye en el río Támesis no podían ahogar la pantalla", dice Halper. "Estos fueron los NLC más espectaculares que he visto".
Si los NLC parecen extraños, es porque lo son. Las nubes son sembradas por meteoritos.
Se forman todos los años alrededor de esta época, cuando briznas de vapor de agua de verano se elevan a la mesosfera , lo que permite que el agua se cristalice alrededor de motas de humo de meteoritos .
Por lo general, debe estar bajo un cielo oscuro en latitudes altas para ver estas nubes raras, pero 2020 no es habitual.
Las temperaturas récord en la mesosfera están impulsando los NLC, iluminándolos lo suficiente como para ver desde lugares como Londres.
Halpert es un observador de NLC desde hace mucho tiempo, y cuando vio sus ondas azul eléctrico formándose sobre la ciudad, inmediatamente se dio cuenta de que era una ocasión especial.
"Alquilé una bicicleta y paseé en bicicleta de un lugar a otro , deteniéndome en el London Eye, la Torre de Londres, el Puente de Blackfriar, la Catedral y el Templo de St. Paul", dice. "Tuve que darme prisa porque solo hay una hora de noche cuando los NLC son visibles".
"Por desgracia, en el apuro, me caí de la bicicleta y terminé en el hospital", dice. "Pero aun así valió la pena. Me emocionó ver esta exhibición mágica".
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